¡Sean bienvenidos!

Únicamente soy una más de esas personas locas a las que les gusta vivir la vida y disfrutar cada momento, exprimiéndolos al máximo. Un bicho raro, vamos. Me he creado este pequeño espacio para compartir con aquellos que estén interesados como yo, en campos tal que la literatura, la fotografía o la música. Aquí me permito escribir todo lo que pienso, deseo y admiro.
Espero que les guste, saludos.

Sandra P.

26 de noviembre de 2010

PAU

Y no nos damos cuenta que todas las lágrimas, el sudor, el esfuerzo, el cansancio, las ojeras, las noches en vela sin dormir, el agobio, los madrugones, los bostezos, el no-parar, el agotamiento, las cercanas ganas de rendirse o de acabar ya con todo de una vez; ese fin que parece no llegar nunca... se va a englobar en una nota. Una puta nota. Un miserable número que podrá romper tus sueños o abrirte puertas, que te colocará inmediatamente en un estatus social. Competimos no convivimos. Nos ayudamos sí, nos apoyamos, no lo niego, pero quizá no nos demos cuenta de que somos rivales. La meta que no nos dejan de recordar, ésa que está a la vuelta de la esquina aunque nos parezca tan lejana, será la marca de un antes y un después. Creceremos, maduraremos como personas, es un gran paso, pero...

Nos convencen de que el fin justifica los medios, que todo lo que hagamos será recompensado, absolutamente toda la dedicación a esa maldita prueba, lo que nos inculcan a diario de que el conocimiento y aprendizaje personal es lo que el día de mañana irá con nosotros a todas partes. ¿Pero qué nos pasa? ¿Es que estamos volviéndonos locos? ¿Por qué hacerles caso por el mero hecho de que ya hayan pasado por eso? ¿Es que a caso debemos hacer obedecer a un grupo de chiflados descontentos y malhumorados con sus perras vidas, que se dedican día tras día a explotarnos? A palabras necias, oídos sordos. Exprimir el máximo de nuestras capacidades eliminando la poca vida social que tenemos, dejarnos llevar por sus amarguras y estrés de sus realidades deprimentes y aburridas en el mundo no satisfactorio de los adultos. Estudiar sí, morir no.
Ah claro, se me olvidaba una vez más que estoy sola. En todo y para todo. Nadie hoy en día tiene tiempo para apoyar una causa reivindicativa, nada les interesa. El pasotismo es lo que está de moda. Otra vez será.
Dedicaré mis fuerzas y aliento a mis exámenes. Me centraré en lo importante, olvidándome del ruido. Creo que debo poner en orden mis prioridades, y en este caso después de tanta mierda concentrada en un solo año, me tocará descansar, respirar y sobre todo: vivir. Porque cuando menos me lo espere, de repente, casi por sorpresa mirarás el calendario y todo habrá terminado. Y dirás... ¿Qué dirás? ¿Cómo se expresa con palabras tanto sentimiento? Sencillamente no es posible porque gritarás, saltarás, de nuevo llorarás, reirás y sentirás quizá el mejor alivio conocido que ha pasado por tu breve vida con ganas de más.
El destino está en mis manos, siempre lo supe. No cruzo los dedos, tengo fe y creo en mí. Mundo, dentro de aproximadamente 365 días te recomiendo que lleves puesto el cinturón porque con ganas, allá voy.



Sandra P.

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